domingo, 1 de agosto de 2010

una dulce ilusión más

apenas aparece su faz ante mis ojos
una parálisis irrefrenable me asalta
y la mandíbula dislocada se me cae al piso
y se azota como cántaro que a la fuente va

es que su presencia así de cercana
se me hace como el aroma del café con leche
en una estación de ómnibus a las 7 de la mañana
con medialunas tibias y el calor del viaje en la boca
trayendo o dejando todo el vértigo en el estómago
y un dulce sabor a abrazo en las manos

saberlo cerca
es como pasar por casualidad frente a una panadería
una tardecita fría de invierno
y sentir el olorcito del pan recién horneado
y no resistir el deseo ni intentarlo
y entrar a comprarlo
con unas ganas locas de pellizcarlo
camino a casa

tenerlo ahí ¡tan cerca!
me provoca esa urgencia
que se siente al hallar un libro inesperado
en el estante más escondido de la librería
y comprarlo con la sensación de que te robás un tesoro
y no ver la hora de llegar a destino
acariciándole el envoltorio
hasta poder al fin descubrirlo a solas

las ilusiones suelen ser traicioneras
pero
por más que me digan
antes o después
y finalmente descubra
que al café con leche lo escupió el mozo
y las medialunas eran de antes de ayer
y que el pan era viejo y recalentado
y el libro una real estafa
que no cumplía ni la mitad de lo que prometía en la contratapa
acaso
¿valdrá menos esta dulce ilusión?

3 comentarios:

  1. Pienso que no, que la ilusión no vale menos, es real mientras dura.
    Cuando encontré El siglo de las luces de Carpentier y me dijeron "$25", pensé que no tenía que mostrar toda mi alegría porque me lo cobrarían más.

    Besos.

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  2. Las ilusiones son grandes, pero las desilusiones no sí si no son mayores...

    Me gustan todas esas cosas que nombrás

    Besitos!

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  3. La vida es un instante.
    Sin ilusiones, sería imposible vivirla.
    Yo, no podría.
    Y si de cualquier manera sangramos, penamos y morimos,¿ por qué negarse a una ilusión?

    Celebramos la vida, sabiendo que (desde que tenemos uso de razón), MORIREMOS.
    Entonces, a riesgo de una tremenda desilusión, por qué negarnos a la magia de una ilusión.

    En tu poema no sólo hay metáforas...
    Todo el poema lo es.

    Te felicito. Llega al hueso del lector.
    Un abrazo

    SIL

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