miércoles, 24 de febrero de 2010

simplemente


yo no puedo prometerte placeres infinitos
ni darte regalos sinfín

yo soy incapaz del amor incondicional
y desconozco el significado de "para siempre"

yo no poseo la felicidad entre mis manos
y nunca llegué al carnaval carioca en la fiesta de la vida

yo no sé ni pelear para entretenerte
y el arte de la seducción no es mi habilidad


yo sólo te ofrezco la certidumbre de la sinceridad brutal
y mi compañía a secas

yo sólo soy dueña de un millar de besos que aletean en mis labios
y de este presente que desaparece con estas letras endebles

yo de tristezas llevo una mochila añeja
pero tengo para vos mi oreja dispuesta
o el silencio sin más
según propicie la ocasión

una sonrisa un mate una mirada
una caminata al atardecer
una canción que se haga nuestra porque sí
una explosión de pasión si miramientos

simple y llanamente
no hay nada más
y todo te lo quiero dar

domingo, 21 de febrero de 2010

señor i ching



señor i ching
tíreme un cable
o más bien un cobre
lo que le sea más fácil

señor i ching
un hexagrama treinta
si no es mucho pedir
donde la llama calienta

señor i ching
nada le cuesta un cuarenta
con truenos y lluvias
que el mal ahuyentan

señor i ching
al menos un cuarenta y nueve
que con perseverancia
y si no llueve
yo mantendré sobre agua fuego leve
hasta que el éxito y la calma lleguen

viernes, 12 de febrero de 2010

Cabizbaja y meditabunda


CABIZBUNDA Y MEDITABAJA
NADA MÁS

sábado, 6 de febrero de 2010

Mundos paralelos

¿Será que con cada decisión que tomamos se abre una brecha en el espacio-tiempo y un “yo” va por un lado y otro “yo” va por otro?

Cada decisión es una bifurcación y un parto cósmico.

Hay bifurcaciones más radicales, más drásticas. A veces veo en sueños a mi otra “yo” en mi ciudad de infancia. Es una imagen difusa, fantasmagórica pero, no le va tan mal, parece.

Hay otras bifurcaciones que parecen mínimas, sin importancia pero no hay que dejarse engañar por la óptica simplista del sencillo devenir de los días.

Ir a una escuela implica no-ir a infinidad de otras posibles y, sin embargo, mis otras “yo” sí fueron en sus correspondientes mundos paralelos.

¡Vaya una a saber qué hicieron! ¿Qué amistades habrán cosechado? ¿Qué reputación tendrán?

La elección de la profesión, casarse, no casarse, separarse, no separarse, tener hijos, no tenerlos, resulta apenas una enumeración mínima de todas las brechas que se han creado y han seguido su rumbo sin consultarme.

El bizcochito que acabo de engullirme: hay una Viviana que se comió un bizcochito pero, en ese mismo instante, surgió otra que no.

Con todas estas multiplicidades de “yoes” y “voses” me siento un poco aturdida … ¡Qué quilombo!

No sé bien cuál será el camino que he seguido. Ya ni siquiera sé si soy la original.

No se lo tomen tan a la ligera. No, no. Porque si están leyendo ésto es porque están en el mismo mundo que “yo” y vaya una a saber si es el indicado o el conveniente.

Ya sé que todos los caminos conducen al mismo lugar y no estoy hablando de Roma. Ahora, digo “yo”, ¿no estaría bueno que haya señalizaciones a la vera del camino para no andar perdiendo el poco tiempo que tenemos, tantas veces, dando vueltas en círculo perdidos?

Así la pasaríamos todos un poco mejor y se nos haría el viaje un poco más ameno, más liviano.

¡Pensar que hay días en los que ni “yo” me aguanto!

¿Serán las otras “yoes” haciendo ruido en mi cabeza?

¡Qué lindo sería poder asomarse al otro lado del espejo de vez en cuando! Para chusmear nomás.

lunes, 1 de febrero de 2010

Pequeño manual para la perfecta mujer machista


* Recuerde tener la casa reluciente, cocine a horario y nunca pero nunca diga "no" cuando se la requiera para el acto sexual aunque no tenga ganas o se sienta enferma o abatida. Él buscará fuera lo que no encuentre en casa.

*Cuando espere su primer hijo, desee de todo corazón que sea varón para complacer a su amado esposo.

*Si aún no está casada y sale con algún muchacho, hágase la ingenua e inexperta, no vaya a ser cosa que el candidato sospeche que usted es una atorranta.

*Si el susodicho pregunta, "¿A dónde querés que vayamos?". Usted responda con un moderado y dulce "No sé...donde vos quieras, mi amor, para mí está bien".
Jamás pero jamás se le ocurra decir: "Agarrá por Laurencena derecho. Cuando te topes con Blas Parera vas a ver un cartel grandote que dice `Motel Tijuana´. Ahí te mandás y entrás y le pedís a Cacho, que es el que está de turno ahora, la habitación 18 que es la mejor de todas."
Jamás pero jamás tome la iniciativa, recuerde que usted es ingenua e inexperta.

*Cuando llegue el domingo, pídale, ruéguele a su media naranja que la saque a pasear cual perro lastimero.

*Cuando se comente que un señor sale con muchas féminas, aplauda sin pudor y elógielo porque se trata de un "ganador".

*En cambio, si una señorita sale con muchos caballeros, exclame escandalizada, "¡Ya me parecía a mí que esa era una atorranta! ¡Qué vergüenza!"

*Si en una amena reunión familiar le están sacando el cuero a su cuñada, no dude en acotar: "¡Pensar que mi hermano se mata trabajando para darle todo a esta zángana y ella ni siquiera es capaz de tenerle la comida a horario!"

Pero como en razones tan trascendentes, no es cuestión de ser egoístas y hay que formar recursos humanos para las nuevas generaciones, no olvide:

*Cuando su niña explore su cuerpo, llénela de culpa diciéndole que lo que está haciendo es una chanchada y eso no-se-ha-ce.

*Cuando su niño explore su cuerpo, aliéntelo a practicar más a menudo.

*Llegada la pubertad y luego de las explicaciones básicas de educación sexual, llene los bolsillos de su niño de 12 años con preservativos e ínstelo a usarlos en cuanta oportunidad se le presente.

*Llegada la pubertad y luego de las explicaciones básicas de educación sexual, convenza a su hija de llegar virgen al matrimonio si no nadie la va a querer y de que la sexualidad es una necesidad masculina solamente.

*No importa la edad o lo que haga su hija, ella debe casarse.

*No importa la edad o lo que haga su hijo, nunca es momento para que el nene se case.

*No olvide ni deje que los demás olviden, que las tareas domésticas son cosas de mujeres.

*Y lo más importante, todo sin perder la sonrisa.