lunes, 30 de agosto de 2010

tras tantos sueños

tras tantos sueños
la vana realidad
escurridiza entre tus manos
invisible entre las mías
la fortuna nos hace burla
hamacándose en la lejanía

una brazada y otra
y otra brazada y más
aguantar
aguantar
aguantar
¿quién quiere nadar?

la monotonía eterna
el cansancio sin par
si tan sólo pudiera
sentarme en la orilla a llorar

jueves, 26 de agosto de 2010

Che, boludo

A Isidoro Blaisten
que no era ningún boludo

Estas palabras son para vos.
Sí, para vos,
poeta que te escondés como un delincuente
que le temés a la opinión de los mediocres
que no saben distinguir la diferencia
entre la angustia rasa
y la angustia de una gota de lluvia
deslizándose por el cristal
en una mañana fría y lánguida.

Seguramente te van a quemar por hereje
y por boludo.
Vos que andás haciendo esas idioteces
con la rima y las palabritas,
en vez de comprar y comprar
y trabajar para comprar más aún
y endeudarte para volver a comprar
como hace la gente sensata y normal.

Vos que te emocionás con una buena metáfora.
¡Qué boludo!
Vos que ponés el corazón en las palabras
y te perdés en las librerías y las bibliotecas
y creés en un mundo mejor
y denunciás sin miedos la injusticia social
y te desgarrás la garganta cuando te toca el desamor
y sos pura miel en las poesías de amor
porque creés en el amor y en la fuerza de la palabra.

Sin embargo,
te escondés todos los días detrás de ese traje de gente normal
y escribís subrepticiamente
y hacés las cosas que hace la gente sensata
para disimular lo más posible tu condición:
¡Poeta!

¡Zeus me libre y Calíope me ampare!
¡Poeta!
¿A quién se le ocurre semejante desvarío
en pleno siglo XXI capitalista y postmoderno?


domingo, 22 de agosto de 2010

la ebriedad de las uvas sin verano

A Neruda
que no tiene la culpa

ebrios y eufóricos
al unísono de la fiesta
se escurrió la noche
con voces de uvas fermentadas

era invierno
y el frío y el viento
no se apiadaban
en un abrazo danzante
los combatimos
sin pensar quién sos
sin pensar quién soy
sin pensar siquiera
en un somos

pero fue la fiesta
y fuimos los náufragos del cariño
aferrados al madero del lecho
y el sopor de la ebriedad
salvándonos apenas
de la cruenta soledad

besos de vino
caricias trémulas
brindis de pasión
en copas de piel

ya sale el sol
ya recuerdo quien soy
y quién serás a partir de ahora
no sé
¡gracias y adiós!

jueves, 5 de agosto de 2010

ola polar

levantate temprano

no desayunés

no encendás la calefacción

no te abrigués

no te calcés los zapatos

salí a la calle y caminá descalzo

andá descalzo a trabajar

no te quejés

no almorcés

no merendés

al anochecer recostate en una vereda

mirá el cielo helado

mirá a la gente desde el suelo

después volvé a tu casa

y cuando por fin te acostés en tu cama tibia

pensá si te alcanza con dar una moneda en la calle

o donar los centavos que te quedaron a UNICEF

o llevar un paquete de fideos a la iglesia

para calmar tu conciencia y sentirte buena gente

domingo, 1 de agosto de 2010

una dulce ilusión más

apenas aparece su faz ante mis ojos
una parálisis irrefrenable me asalta
y la mandíbula dislocada se me cae al piso
y se azota como cántaro que a la fuente va

es que su presencia así de cercana
se me hace como el aroma del café con leche
en una estación de ómnibus a las 7 de la mañana
con medialunas tibias y el calor del viaje en la boca
trayendo o dejando todo el vértigo en el estómago
y un dulce sabor a abrazo en las manos

saberlo cerca
es como pasar por casualidad frente a una panadería
una tardecita fría de invierno
y sentir el olorcito del pan recién horneado
y no resistir el deseo ni intentarlo
y entrar a comprarlo
con unas ganas locas de pellizcarlo
camino a casa

tenerlo ahí ¡tan cerca!
me provoca esa urgencia
que se siente al hallar un libro inesperado
en el estante más escondido de la librería
y comprarlo con la sensación de que te robás un tesoro
y no ver la hora de llegar a destino
acariciándole el envoltorio
hasta poder al fin descubrirlo a solas

las ilusiones suelen ser traicioneras
pero
por más que me digan
antes o después
y finalmente descubra
que al café con leche lo escupió el mozo
y las medialunas eran de antes de ayer
y que el pan era viejo y recalentado
y el libro una real estafa
que no cumplía ni la mitad de lo que prometía en la contratapa
acaso
¿valdrá menos esta dulce ilusión?