lunes, 7 de noviembre de 2011

¿hasta cuándo?

acurrucada en un sueño frío veo correr el tiempo
como viento otoñal que se lleva las hojas hacia la nada
nada
gotas de amor que nacen en mis ojos
y mueren en tu nombre dominando mis labios susurrantes
qué más da este dolor que te mantiene distante de mi corazón
qué más da otro almanaque echado al fuego con desprecio
como si no valiesen nada los años
como si hubiera otra vida
para atravesar esta muralla de miedos torpes
orgullos vanos
y distancias perennes
¿hasta cuándo?
¿hasta cuándo?


Poesía publicada en la antología "La estrella del poeta" compilado por Marita Rodríguez-Cazaux para editorial Dunken presentada en 4 de noviembre de 2011.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Destino

En la suma de instantes del recuerdo
descansa mi alma dolorida.
Tantas veces cuando.
Tantas veces tiempo.

Y el destino se ríe en mi cara
por el descrédito que le debo.
Y el destino me promete
cosas que no le creo.

Se chocaron los planetas
ante mi falta de fe
y en una bacanal espacial
se alinearon donde no sé.

Se remonta la memoria
hacia los confines neuronales
pero no halla partícula alguna
de lo que ayer fue espuma.

Suave entre los dedos el destino
se escurrió, apenas vino.
Se escapó en una promesa,
así, porque apenas quiso.

A la vuelta de cualquier esquina
volverá la fe, volverá el destino.
Por la promesa guardada, mezquina,
porque quiero creer en lo descreído.

Porque mi corazón aguarda
tiempo, espacio y cuando.
Cuando vuelva lo incierto
y lo cierto me bese los labios.


lunes, 29 de agosto de 2011

habrá de ser

despertando del triste letargo
que me hacía invisible
vuelven las palabras a besarme los labios
esta boca adormecida casi inerte
trémula entre los dedos de la muerte

habrá que querer creer
habrá de ser
lo que tenga que ser
habrá que creer
que la suerte está de nuestro lado
aunque sea por esta vez

las fibras de este corazón en huelga
no pueden este destino detener
a sangrar otra vez
a vivir otra vez

de nada valen las promesas
lo que tenga que ser va a ser
por las palabras
por los silencios
brindemos otra vez
porque la suerte esté de nuestro lado
aunque sea por esta vez

lunes, 16 de mayo de 2011

Los libros huérfanos

Una vez hablamos de cierto desorden de la conducta que nos involucra a varios: el fetichismo del libro. Esos objetos maravillosos que son dueños de nuestros desvelos, amor y billeteras.
Como sé que ustedes son tan fetichistas como yo, les quiero contar esta experiencia personal en relación a ciertos libros y a uno en particular.
Para nosotros, los fetichistas librescos, son una suerte de bendición las librerías de libros usados. ¡Qué maravilla! ¡Esos aromas mezclados por los diferentes tipos de papel y sus diferentes edades! ¡Qué decir de esos hallazgos maravillosos que solamente pueden producirse en esos santuarios de papel!
Pero surge una contrariedad, al menos, en mi interior.
Bien sabemos que esos libros tuvieron un dueño. Si era bueno o malo el dueño, si los quería y los cuidaba, si los leía o no, no lo sabemos. Pero tenían dueño. Muchas veces encontramos libros tan hermosos ya sea por su autor, por su título, por su material, su antigüedad, lo que sea; y no podemos dejar de pensar cómo es que llegaron ahí. Cómo es que pudieron desprenderse de él por unas cuantas monedas que de ninguna manera llegan al valor real del libro. Ni hablar del valor sentimental.
También pienso en los buenos dueños de los libros y cuando compro uno que tiene las marcas de viejas lecturas, me deleita pensar en cómo habrán sido los ojos que se posaron antes en él, qué habrá pensado mientras leía su antiguo lector...
Sin embargo, los libros son eternos (casi) pero los humanos somos efímeros. Hay libros usados que definitivamente no fueron a parar a las librerías de usados abandonados por sus dueños. Es sabido que cuando se muere un fetichista libresco, sus libros incomodan a la familia. Nadie sabe qué hacer con tanto bulto y se deshace lo más rápido que puede. Si bien, esas son grandes oportunidades para nosotros (fetichistas buitres) que aún estamos vivos, no deja de angustiarme el incierto destino de mis libros.
Así, estos libros huérfanos, que van a parar sin piedad a las manos de cualquiera, son el motivo mi escrito y de mi preocupación.
De camino del trabajo a mi casa, para mi bien y para mi mal, hay una librería de libros usados. Hace un par de semanas pasé y un libro me quitó el sueño. No me atraía el título ni conocía al autor, pero tiene en su primera página una dedicatoria que versa así:

"Cuidame.
Soy parte de mi dueño,
como así también
soy parte tuya.
El Libro"

Así es que, después de unas noches de desvelo, decidí ir a buscarlo y lo encontré. Ahí estaba, esperándome aún. La novela se llama Aeropuerto y el autor es Arthur Hailey. Lo adopté y ahora es parte de mi biblioteca, al menos, mientras yo esté en este mundo.


viernes, 13 de mayo de 2011

sinrazón

oigo tu voz
en mi derredor
tu voz que no me pertenece
con palabras robadas
a otro sol
a otro tiempo
me domina la sinrazón

estúpida ensoñación
migajas de amor
para este pobre corazón
tenaz en la aniquilación

mis neuronas aletargadas
corren tras el sopor
de una mentira
último escalón
condenándome al error

palabras robadas
palabras ajenas
invadiendo mi corazón
bailando con mi sinrazón