tira y tira sin piedad el titiritero
mueve los brazos cansados de esta muñeca triste
y los levanta a fuerza de obligación
baila baila la muñeca boba
al compás de la voluntad del titiritero
sin ganas
sin alegría
sin dolor
los hilos no se ven pero se sienten
tira y tira
sin piedad
para doblegar el corazón
pero llegará el día
yo sé que llegará
un milagroso segundo
en el que tirada la muñeca en un cajón
hallará las tijeras para cortar los hilos opresores
y será libre
y bailará al compás de su corazón
se cortarán los hilos
la marioneta recuperará el alma y verá el sol
y el tirano
que hasta entonces la doblegaba
tirará de los hilos sin causa y sin razón
enredándose hasta caer en su propio socavón
Hermosa poesía Viviana! Tal vez el titiritero se de cuenta en ese momento quien en verdad manejaba los hilos.
ResponderEliminarUn beso!
Es muy esperanzador el poema, la marioneta dejará de serlo, y el tirano se caerá con su propia fuerza. Es muy lindo.
ResponderEliminarBesos.
Estoy haciendo otro blog con una amiga aunque sigo con el mio. Te invito a pasar.
ResponderEliminarhttp://la-mejor-vibra.blogspot.com/
precioso Viviana...
ResponderEliminarun beso
Hermoso tu poema VIVIANA. Hermoso y esperanzador. Sólo que me quedo pensando en si a veces nosotros mismos, quizá sin darnos cuenta (mmm...) nos transformamos también en "titiriteros"...
ResponderEliminarUn beso grande
Rodolfo
Hay veces que tanto el titiritero como los hilos son imaginarios y lo que nos mueven, casi involuntariamente en un acto cruel, son motes o complejos que nos impusieron. Pero la libertad es posible con la verdad (hablo por experiencia personal) ¡Besotes!
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