jueves, 27 de mayo de 2010

lenguaje poético

es inminente desmitificarlo
quitarle los adornos superfluos
y declararlo blasfemo sin pudores

el lenguaje poético es un bufón disfrazado
hay que quitarle la solemnidad sobreactuada
despojarlo de seriedad inverosímil

hay que sacudirle el polvo de las bibliotecas célebres
arrojar a la basura los guiños condescendientes
divorciarlo de próceres y padrastros obsoletos

es absolutamente necesario desnudarlo de barroquismos inútiles
y llenarlo de lugares comunes
de sensaciones cotidianas y palabras cercanas

es menester poblarlo de emociones mundanas
y metáforas llanas

* Este poema fue publicado por mí, hace meses, en otro blog (Síndrome de la página en blanco) de menos concurrencia. De tan poca concurrencia que hasta yo lo tengo bastante abandonado. Dado los elogios recibidos, la falta de tiempo y de inspiración, sumados a la vanidad, he decidido publicarlo acá que es un sitio con un par más de adeptos que me bancan.

sábado, 15 de mayo de 2010

marioneta

los hilos no se ven
tira y tira sin piedad el titiritero
mueve los brazos cansados de esta muñeca triste
y los levanta a fuerza de obligación

baila baila la muñeca boba
al compás de la voluntad del titiritero
sin ganas
sin alegría
sin dolor

los hilos no se ven pero se sienten
tira y tira
sin piedad
para doblegar el corazón

pero llegará el día
yo sé que llegará
un milagroso segundo
en el que tirada la muñeca en un cajón
hallará las tijeras para cortar los hilos opresores
y será libre
y bailará al compás de su corazón

se cortarán los hilos
la marioneta recuperará el alma y verá el sol
y el tirano
que hasta entonces la doblegaba
tirará de los hilos sin causa y sin razón
enredándose hasta caer en su propio socavón

sábado, 1 de mayo de 2010

una lágrima

ayer se me cayó una lágrima
lánguida y opresiva a la vez
la sentí arrastrarse maléfica
haciendo surcos de dolor
en mi piel castigada
hasta insultarme la boca
con su salobre sabor lacerante
y la maldije
¡puta lágrima!
le dije
¡maldita!
líquida melancólica corporeidad
manifiesta en su insignia mordaz

ayer
ayer ninguna fuerza me fue suficiente
y no pude contenerte en mis cuencos abatidos
¡puta lágrima!
tenías que manifestarte en mi rostro mortal
para recordarme mi debilidad
mi pequeña e insignificante humanidad