quitarle los adornos superfluos
y declararlo blasfemo sin pudores
el lenguaje poético es un bufón disfrazado
hay que quitarle la solemnidad sobreactuada
despojarlo de seriedad inverosímil
hay que sacudirle el polvo de las bibliotecas célebres
arrojar a la basura los guiños condescendientes
divorciarlo de próceres y padrastros obsoletos
es absolutamente necesario desnudarlo de barroquismos inútiles
y llenarlo de lugares comunes
de sensaciones cotidianas y palabras cercanas
es menester poblarlo de emociones mundanas
y metáforas llanas
* Este poema fue publicado por mí, hace meses, en otro blog (Síndrome de la página en blanco) de menos concurrencia. De tan poca concurrencia que hasta yo lo tengo bastante abandonado. Dado los elogios recibidos, la falta de tiempo y de inspiración, sumados a la vanidad, he decidido publicarlo acá que es un sitio con un par más de adeptos que me bancan.