El día que murió Cupido todo se aclaró.
Ya no hubo nubes dudosas en el firmamento
ni lágrimas sobre el teléfono.
Se olvidaron para siempre las cartas guardadas.
Todas las rosas se suicidaron de aburrimiento.
El día que murió Cupido yo casi no lo noté.
Estaba muy ocupada sumando chauchas y palitos
y mirando las horas deslizarse por las agujas del reloj.
De repente no llovió más
con lloviznas serenas,
sólo tormentas breves para sobrevivir.
Tampoco hubo atardeceres hermosos
sino que el sol se iba sin más.
El día que murió Cupido todos los rostros se endurecieron
y el pecho pasó de la agonía a la triste certeza,
de la felicidad a la llana conformidad
de no esperar nunca más.
Justo el día que murió Cupido
llamaste a mi puerta
-que siempre había estado abierta para vos-
y, al mirarnos a los ojos, nos invadió una infinita nada.
Ahora, sólo sobrevivir.
Sobrevivir sin más.
Realmente existiò cupido?
ResponderEliminarcada vez creo menos en el amor.
Resucitará antes de tres días, el muy maldito...
ResponderEliminarEsa infinita nada, que nos invade cuando abrimos la puerta demasiado tarde, es más dolorosa que mil flechas de Cupido, todas envenenadas, justo en el corazón.
Solo el que probó el sabor de la infinita nada, o en todo caso desayuna una taza de ella todas las mañanas, sabe cuán amarga es.
EL POEMA es precioso, desborda originalidad y belleza, la alegoría es perfecta, y el cierre es tristemente perfecto.
Abrazo grande.
SIL
bueno el amor me tiene jarta ami yo prefiero ser una loka k ha enamorarme de nuevo xk hay esk uno sufre cuando se enamora lolz eso es una mierda al diablo con cupidoo
ResponderEliminarpues si cupido murió habrá nacido otro sustituto, por que yo no se vivir sin estar enamorado
ResponderEliminarhay días que me enamoro dos y tres veces
beso
¡No!, ¡qué día tan aciago! No puede ser, mi vida no tiene sentido con su muerte. Espero pronto que reviva, o que venga otro.
ResponderEliminarBesos preocupados.
//De repente no llovió más
ResponderEliminarCon lloviznas serenas
Sólo tormentas breves para sobrevivir//
Hola Viviana. hace mucho que no pasaba por acá y creo que me hubiera arrepentido de no hacerlo hoy, esta parte que resalté del día que murió cúpido me parece terriblemente certera, es un poema de una tristeza tan hermosa que solo acompaño el duelo del día negro diciendo, nada más que lo que dije, un abrazo, espero que estés bien.
no dependo de cupido, con mi corazón me vale. un saludo
ResponderEliminarVivi: Eso te pasa porque estás casada jajaja. Un besote!
ResponderEliminarSil: ¡Gracias por tu comentario! El muy maldito resucita en el momento menos oportuno (o no). Besos
Javier: ¡Felicitaciones, entonces, pues! Besos
Mariela: Tranquila, despreocupate. Vos ya ni necesitás a esta infantil deidad caprichosa, lo tuyo va más allá. Besos!
Dionisismo: Ando bien. Gracias por la renovada visita y por el preciado comentario. Besos!
de qué murió?
ResponderEliminarpara mí que se suicidó por no soportar ser eternamente un niño...
muy bueno, vivi!
se te extraña por el barrio, hace rato que no te veo
Maravilloso tu blog, un gusto visitarte.
ResponderEliminarestos es un asco no dice NADAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA OSEA QUE ORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO NO ES CONCRETO DE DICE NIM MIERDA
ResponderEliminarQUE BONITO ME GUSTO :)
ResponderEliminar